Opinión

La lucha contra el cannabis en Navarra

El pasado viernes, Vicente Ripa, delegado del Gobierno en Navarra, daba una rueda de prensa para explicar a todos los navarros los decomisos de droga realizados en 2006. Flanqueado por el coronel jefe de la Guardia Civil y el jefe superior de Policía, presentaron unos resultados espectaculares. Tal y como se expuso a los presentes, unas cifras récord. 1.128 kilos de droga decomisada. Los decomisos han crecido un 723% en un año. Los detenidos han aumentado un 64%. Tras esas cifras récord se esconde la incautación de una tonelada de marihuana y 80 kilos de hachís. "Existe la idea de que su cultivo no es delito y eso lleva a mucha gente a engaño". "Hay menos tráfico y en consecuencia se está reduciendo el consumo" se sentenció. Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que más del 90% de los decomisos de droga que se hacen en Navarra son de cannabis. Que se multa a cerca de 10 personas por su consumo al día en Navarra. Que se recauda cerca de un millón de euros al año por multas, sólo en Navarra. Unos números excelentes en el balance anual.

Sentimos estropear la realidad tan dulce que pinta el señor Ripa en su lucha contra el cannabis. Pero existe otra realidad cannabica en Navarra y en Europa. Somos muchos los que hemos sufrido su política represiva contra el cannabis durante el último año. Ciudadanos de todos los estratos sociales, padres de familia, estudiantes, trabajadores, empresarios, médicos, hosteleros, parados, jóvenes y mayores. Sus cifras chocan con las publicadas recientemente por Sanidad. Navarra es la comunidad del Estado donde más se consume. El 44% de la sociedad navarra ha fumado cannabis alguna vez. El 19,5% de los navarros ha fumado cannabis en 2006. El 4,6% lo consume a diario. Tal y como demuestran sus cifras de decomisos, el cultivo de cannabis ha arraigado en nuestra tierra. Es la única comunidad de Europa donde existe un partido del cannabis con intención de participar en las elecciones regionales, al que se le han detenido dos afiliados por cultivar para su consumo. Pese a sus cifras récord de incautaciones, el consumo de cannabis no desciende. Se ha multiplicado en los últimos años y se consume diariamente sin control, con fácil acceso a los menores de edad y adulterado. Todo ello incrementa el mercado negro y el poder de las mafias.

Por otra parte, los cultivadores navarros no estamos engañados. Así lo atestiguan los numerosos casos de detenidos por cultivo de cannabis que la justicia navarra decide archivar, al no ver indicios de delito. Somos conscientes de que el autocultivo de cannabis es un movimiento social válido y legal, para abastecerse y consumir cannabis para los adultos, siempre que no exista el tráfico de la sustancia. Hay que recordar que la justicia tilda al cannabis como una sustancia que no causa grave riesgo a la salud. En España su consumo público está prohibido por la Ley Corcuera y nada dice de estos supuestos, existiendo de facto, un vacío legal. Mientras tanto, los ciudadanos son tratados como delincuentes corrientes por cultivar o consumir cannabis. Vivimos una especie de Ley Seca Cannabica a la americana.

Hartos de esta situación, nos hemos agrupado para defender un cambio en la política sobre el cannabis. Algunos nos toman por locos. Holanda es el único país de la UE donde descendió el consumo de drogas blandas y duras. En Holanda existe una política de semi legalización del cannabis desde hace 30 años. La experiencia holandesa ha dado resultados espectaculares; no cifras, resultados. ¿Estamos locos? ¿Vamos a seguir tratados como criminales? ¿Somos europeos? Creemos que es evidente que la lucha contra el cannabis ha fracasado. Las políticas aplicadas hasta el momento en los últimos 30 años ofrecen unos resultados desastrosos en aumento de consumo y accesibilidad a los menores de edad. Existe una legalización de facto a la que nuestros dirigentes hacen oídos sordos. Necesitamos nuevas leyes para los nuevos tiempos que vivimos.