Opinión

La inauguración del teatro Gaztambide

Casual o intencionado? Tras tantos años de construcción, se inaugura el último día posible. ¿Estará pagando la ciudadanía la precampaña electoral de un partido político?



Mientras la gente continúa sufriendo caídas casi en cualquier calle por su mal estado, se lava la cara al Paseo de Invierno ante la visita real. Mientras, a un lado del teatro, el barrio de la Azucarera sigue esperando ver pavimentadas sus aceras mientras ve que el Ayuntamiento incumple su promesa de trasladar la subestación eléctrica e incluso tramita su aumento de potencia.



Después de tanta espera, ni siquiera se ha adecuado la accesibilidad del edificio. E igual que se ignoró a la Gestora Pro Hospital en la celebración del 25 aniversario del Hospital, en este caso las y los tudelanos tendrán que seguir aguardando para ver una función en el edificio, porque la inauguración tiene aires aristocráticos y sólo se ha abierto para los invitados elegidos. Viajes y dietas darán cuenta de ello.



Por eso, mi compañera y yo misma hemos declinado la invitación. Estrenaremos el teatro con la gente, porque somos parte de ella.