Opinión

La gestión, los datos y la objetividad de las Extras

Esta semana, a través del concejal de Festejos, Sr. Inaga, el Ayuntamiento de Tudela sale al paso en estas páginas de las críticas que hemos venido vertiendo desde Plaza Nueva sobre la gestión municipal del trabajo de la Brigada de Obras, punta de un iceberg del que entendemos “justito” control local.



Por ello, insistimos en nuestro pesar al comprobar las dificultades que el Consistorio está teniendo para aplicar no lo que ha negociado, sino el resultado de los intereses de algunos, o la dejadez o incapacidad de otros.



Si acordó limitar a 80 las horas extras máximas a realizar, no se entiende cómo, después de hacerlo correctamente en 2009, vuelva a recurrir a este tipo de horas para resolver el calendario de la Brigada, incurriendo en el mismo error de gestión de bulto que siempre ensombrece su buena voluntad. Todo ello, sin embargo, visto desde el punto de vista del administrado, parece pura improvisación en la gestión, y absoluta falta de objetividad en las formas, dado que la realidad -como los datos- son tozudos.



Sólo nos cabe recordar, entonces, que ya el Informe de la Cámara de Comptos recomendaba que se controlen las horas extras porque, en el fondo, no hay control, a fondo, de nada. La idea es, con esta crítica, mejorar todos.