Opinión

¡La culpa es del Chá, Chá, Chá!

El miércoles día 9 se conmemoró, con un gran hastío y nula repercusión, el Día de Europa, y la desapercibida efeméride recordó lo lejana que está esa imperial administración Schuman.



Mientras debaten qué hacer con Grecia, aquí las culpables de todo parecen ser las Autonomías y los Ayuntamientos, cuando resulta que el mejor servicio es aquel que se presta más cerca, a pie de calle, y con la sensibilidad y sentido común de tener lo evidente ante los ojos.



Por ello, resulta conveniente reflexionar contra esa demagogia barata que está poniendo en tela de juicio a las Comunidades Autónomas, como si todos los males de esta piel de toro de pacotilla los acumulara el coche oficial del Presidente -Local o Foral- de turno. Y Navarra es un claro ejemplo de esa gestión -sensata- de los recursos, al menos hasta aquellos tiempos de la Diputación Foral y Amadeo Marco, que otra cosa no sería, pero austero, lo era, y un rato.



Así, el problema de Europa está en sus gigantestas instituciones de babel, tan alejadas de la realidad -o más incluso- que la propia Política Agraria Comunitaria, o PAC, por poner sólo un turbio ejemplo, de lo que no hay que hacer si queremos alimentar a la población y cuidar el Medio. Por ello, apesta que los de siempre apunten con el dedo a la luna mientras se miran el ombligo de su chovinismo nacional-católico sin caer en la cuenta de que el problema está en el chá, chá, chá permanente en el que están sumidas sus más altas instancias, mientras la calle ya hierve y arde a un tiempo.