Opinión

La culpa es de la crisis

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La decisión del equipo de gobierno municipal de Tudela de despedir a varias personas como medida de ahorro para afrontar la crisis me parece una tomadura de pelo.



Para empezar, creo que lo primero que habría que hacer es situar el tema de la crisis de las arcas municipales. Hemos  llegado a esta situación por una mala gestión económica de nuestros dirigentes políticos. De los que toman las decisiones y de los que las apoyan de manera expresa o tácita (y aquí me parece lo mismo votar a favor que abstenerse). Eso parece que no tiene discusión. A lo largo de estos años se han gastado un dinero que no había y ahora la deuda es insostenible. Esto es algo que parece que ellos mismos reconocen pero ahora el truco para eximir su responsabilidad es meter nuestra crisis municipal en el saco de la nacional, de la mundial, para ver si así pasa desapercibida.



Y lo peor es que nosotros, la ciudadanía, nos los estamos creyendo. Parece verdad, está pasando en todas partes y esto nos hace pensar que es algo global y que la responsabilidad es una abstracción, pero creo que nos deberíamos centrar en lo nuestro, empezar por el principio e ir desenredando esta maraña a partir de lo local. Cada administración tendrá que responder por su situación concreta y determinar cómo se ha llegado a ella.



La situación de nuestro Ayuntamiento tiene responsables con nombres y apellidos. Alguien habrá decidido gastar por encima de las posibilidades de las arcas municipales, alguien habrá determinado que, imagino que pensando en el bien de la ciudadanía, era necesario gastar un dinero con el que no contábamos… Ahora parece que la crisis nos ha caído del cielo, nos ha pillado desprevenidos, de improviso, y esto no es verdad.



Y estando el tema como está, estas mismas personas que no asumen su responsabilidad, adoptan como medida de "ahorro", el despido de varias personas, trabajadores y trabajadoras del Ayuntamiento. Ponen cara de pena y dicen que lo sienten en el alma pero que no les queda otro remedio, que son un gasto que se debe recortar. En este sentido hay que recordar, además, que hace un par de años se pagó mucho dinero por un estudio de personal elaborado por el INAP en el que se señalaban como imprescindibles para el buen desarrollo de los servicios municipales los puestos de trabajo de los que ahora se decide prescindir y entre los que, desde luego, no vemos ni un solo cargo de confianza.



Después de leer hace unos días que el Ayuntamiento quizá tenga que abonar 450.000 € a la empresa del parque Champiñonera, que se pongan a temblar el resto de eventuales del Ayuntamiento, porque para poder hacer frente a este posible gasto imprevisto, quizá haya que despedir a más trabajadores o trabajadoras…



Y la culpa es de la crisis. Venga ya!