Opinión

La Comunión Tradicionalista Carlista no se presentará a las elecciones forales "por responsabilidad"

El pasado miércoles 18, la asamblea de afiliados de la Comunión Tradicionalista Carlista de Navarra tomó finalmente y de forma totalmente excepcional la decisión de no presentar la candidatura preparada para estas elecciones. El argumento que los carlistas aducen para no concurrir es "por responsabilidad", para que en ningún caso se pueda decir que llega el tripartito a Navarra "por culpa" de la CTC.

En una carta abierta dirigida al Comité Ejecutivo de UPN y firmada por el presidente de la Junta Carlista de Navarra, se advierte a la formación regionalista que a medida que se alejan de las raíces cristianas y tradicionales de Navarra están facilitando la presencia electoral de la CTC en próximos comicios porque "hay muchos navarros que lo que buscan es coherencia".

Carta abierta al Comité Ejecutivo de UPN

En dicha carta se recuerda que más de 20.000 votantes habituales de UPN no secundaron a este partido a la hora de apoyar el proyecto de Constitución Europea y que ello es una muestra de que cada vez hay más personas en Navarra que votan a UPN sin la menor ilusión, únicamente para que no entren en el Gobierno Foral las formaciones nacionalistas y de izquierda. Junto con la crítica al seguidismo europeista de UPN respecto del PP, la CTC recoge en su carta una serie de "agravios" cometidos por UPN a la identidad de Navarra que dicen defender. Entre las principales críticas los carlistas mencionan una defensa muy débil y acomplejada de la vida y la familia; una política burocrática y estatalista; o un concepto de la identidad de Navarra que en realidad se avergüenza de su variedad cultural y de su misma historia.

Estimados Sres:

Allá por diciembre del 2004, en otra carta abierta dirigida a Miguel Sanz nos tomábamos la libertad de sugerirles que se atrevieran a suscitar en el seno de su partido “un debate sobre la futura constitución europea”. En aquella ocasión, la posición favorable de UPN -sin matices de ningún tipo- a aquel “proyecto por el que se establece una constitución para Europa” fue ignorada por unos cuantos miles de navarros, votantes habituales de UPN, que no siguieron su consigna, tal y como Vds. pudieron comprobar al analizar los resultados del referendum en Navarra.

No sabemos hasta qué punto esos votantes (que se han calculado en más de 20.000) pudieron negar su apoyo al proyecto constitucional basándose en los mismos argumentos que la CTC. Sin embargo tarde o temprano tendrán Vds. que asumir que existe un sector católico y tradicional en Navarra que dentro de un mes votará -si vota- a UPN únicamente para que no se instale en el Gobierno Foral un “tripartito” nefasto. Las encuestas y el escrutinio reflejarán numéricamente un determinado respaldo para UPN; pero nadie como nosotros percibe con tanta claridad hasta qué punto serán débiles muchos de esos votos y cómo lo único que separa a otros de la abstención es el mero temor al triunfo de un tripartito “nacional-socialista”.

En la actual coyuntura, y a tres días de que se cierre el plazo para la presentación de candidaturas al Parlamento Foral, les confirmamos que hemos decidido finalmente no presentar la candidatura que teníamos preparada. Lo hacemos por responsabilidad y por patriotismo. Pero eso no quiere decir que vayamos a abdicar de nuestro deber.

Hay tres ámbitos de grave discrepancia en los que constatamos que están Vds. alejándose cada vez más de un sector importante de la población navarra, el que podríamos definir como voto católico, tradicional y antiliberal, sector que políticamente está quedando absolutamente huérfano y prácticamente sin representación.

A continuación enumeramos algunas de las razones que nos impiden recomendar el voto para su formación política. En la medida en que UPN llegue a reflexionar sobre ellas y a asumirlas como propias podrán evitar una inminente fuga de votos por parte de quienes si los comparten. Pero si continúan ignorando que la identidad de Navarra es algo más profundo que el “bienestar” y el “antivasquismo” no duden que verán a la CTC en el campo electoral, para recoger todas las banderas que han quedado huerfanas y para tratar de representar a todos esos navarros que en el fondo lo que buscan es coherencia.

1º. En el campo de las políticas que podríamos llamar familiaristas o pro-vida, y a pesar de alguna excepción a título individual, UPN como grupo está haciendo una política seguidista del PP, tolerando el aborto -subvencionando los que se ejecutan fuera de Navarra- la manipulación de embriones, la abolición del matrimonio como Dios manda, o la degradación de la educación. Concretamente, hemos echado en falta una postura nítida por parte de los senadores y diputados de UPN que les distanciara de los del PP en estos asuntos. El episodio de “la foto de las Azores” y la guerra de Irak acerca de lo cual han expresado Vds. un alejamiento notable con el PP demuestra que sería posible hacerlo en otros ámbitos si quisieran. Igualmente nos sorprende y desagrada que en sus pactos con CDN nunca haya salido a la luz por su parte la exigencia de suprimir la Ley Foral 6/2000 (3-VII-2000) para “la igualdad jurídica de parejas estables”.

2º. En el ámbito propiamente político-social vemos todavía más difícil un acercamiento. Porque en ningún momento se ha propuesto desde UPN la más mínima reforma del sistema con el objeto de abrir cauces de participación social (como podrían ser las listas abiertas, o los Consejos sociales, o alguna forma de cheque escolar, por ejemplo) sino que, por el contrario, mantienen Vds. en todos sus proyectos una concepción estatalista, partitocrática, hiper-legalista; que promueve la profesionalización de la política y que tiende a sustituir cada vez más dietas por sueldos. Por el contrario, nosotros seríamos partidarios por ejemplo de revitalizar las Merindades, no como folclore histórico, sino en la administración y Gobierno Foral, y para permitir la elección por personas más que por partidos.