Según las noticias que llegan de diversas fuentes, a las personas de la Comisión Nacional de la Competencia no les gusta la existencia de los Colegios Profesionales.
Como el lenguaje que emplea en sus informes es propio de entidades que parecen informar a los ciudadanos en términos poco comprensibles, merece la pena traducir sus pesquisas a términos que todos podamos entender y, además, criticar, tanto a ellos como a los Colegios Profesionales.
En primer lugar, hace falta señalar que esta Comisión es meramente informativa. No tiene poder legislativo.
En segundo lugar, depende del poder político central. No depende de los Gobiernos Autonómicos que son los que tienen la potestad de hacer o deshacer lo que, según su informe, ellos consideran. En concreto, en el País Vasco y Navarra existe una Ley de Colegios Profesionales, propia para cada Comunidad, que es la que vascos y navarros debemos acatar, cada uno la suya. Así que no se entiende, al primer bote, que una comisión nacional considere cuestiones que la sociedad ha delegado en los Gobiernos de nuestras Comunidades.
Entresaco del Informe de esa Comisión párrafos significativos:
No se entiende, a menos que pienses que quieren influir en la opinión pública general de los ciudadanos.
En tercer lugar, los Colegios Profesionales y, en concreto, el Colegio Oficial de Arquitectos Vasco Navarro (COAVN), son Sociedades Profesionales Civiles, no políticas. En nuestro caso, el de los arquitectos, elegimos a nuestros representantes por un sistema rigurosamente democrático de “listas abiertas” que perdura desde su fundación en 1.930 y que, evidentemente y desde entonces, ha pasado lo mismo que ha pasado la sociedad.
En estos momentos, y sobre todo referido a mi Colegio, lo formamos 3.300 profesionales arquitectos superiores, entre Navarra y el País Vasco. Es decir, un grupo social civil de una cierta consideración tanto por su número como por la formación que la sociedad les ha otorgado.
Y lo mismo, o parecido, se puede decir de los Médicos, de los Ingenieros de Caminos, de los Industriales, de los Agrónomos, de los Telecos, de los Abogados, de los Filósofos, de los Farmacéuticos y de tantos y tantos otros. Todos de estructura Profesional, Civil y Democrática.
No sé cómo está nombrada la Comisión Nacional de la Competencia. Creo que nombrada, no elegida.
“Quebrar la asociación automática de profesión titulada con Colegio Profesional”:
En estos momentos son multitud los “piratas” que dicen que tienen un título que no tienen. Y varios de ellos, algunos muy nombrados, maquillan su currículo y títulos con méritos que jamás han adquirido. ¿Eso lo vigila el Estado o los Colegios? Los Colegios.
“Una cosa es restringir la entrada a un mercado por razones de interés público y otra obligar al profesional a que, además de contar con un título, este inscrito en un Colegio”:
Este mismo mes el Colegio de Arquitectos Vasco Navarro ha tenido que recurrir el condicionado de dos concursos ante la exigencia de dos organismos de nuestras Comunidades de pedir unos currículos que sólo alcanzaban el 5% de los arquitectos.
A la vez, hemos pedido a las Administraciones, en general, que sea condición de un concurso que a los colegiados con experiencia les acompañen arquitectos jóvenes.
¿Qué es eso de restringir la entrada a un mercado por razones de interés público?
¿Qué interés público, por encima de nuestra Constitución, puede restringir a alguien el acceso al mercado de trabajo?
“La exigencia de la colegiación se debe enfocar desde el punto de vista de los consumidores y no de los profesionales”:
Error total de concepto.
Los consumidores tienen sus propias asociaciones y, los profesionales, las nuestras.
Y en beneficio de la sociedad deben de estar diferenciadas y, además, colaborar entre todos para que la sociedad progrese adecuadamente.
Si le damos la vuelta, ¿las asociaciones de consumidores deben trabajar desde su punto de vista o desde el de los profesionales? La respuesta no puede ser otra que desde su punto de vista.
