Opinión

La caza, en peligro

Desde el gran vacío que nos llena, nuestro deporte favorito, la caza, hemos alertado del riesgo que vive en estos momentos, en su misma esencia, en nuestro país.

Hemos difundido las pretensiones del Gobierno, a través de Medio Ambiente, con respecto al Proyecto de Ley de Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, que vendría a sustituir a la actual Ley 4/89 de Conservación de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestre, que puede suponer, si llega a aprobarse en sus actuales términos, un golpe mortal para la caza.

Hemos hecho un llamamiento a todos los cazadores para que estemos muy atentos al desarrollo normativo, y estamos dispuestos a llegar a las últimas consecuencias en defensa del derecho legítimo a cazar que nos asiste y que nos está reconocido.

No estamos dispuestos a que la ministra Cristina Narbona quiera eliminar la caza y los aprovechamientos tradicionales, al mismo tiempo que se intenta criminalizar nuestra actividad y a los propios cazadores. Nadie duda en la actualidad, aunque eso no lo parezca ver el Gobierno central, que la caza es una inmensa riqueza, que genera trabajo, que es parte esencial de las economías de las regiones y comunidades enteras. Desde el Ministerio, en aras de un supuesto ecologismo, se intenta cortar de raíz las actividades tradicionales en el campo, en la naturaleza. Se ha denunciado claramente por los afectados que se quiere prohibir la caza, los aprovechamientos primarios, en extensísimos territorios, todos de la Red Natura, y otras actividades como la silvicultura, pesca, agricultura y ganadería.

Desde los más diversos sectores relacionados con la caza, y unidos en su defensa, se insiste en la necesidad de movilizarse para que se aplique el sentido común y se envíe a la basura el actual proyecto para evitar que se provoque una crisis medioambiental, social y económica de dimensiones catastróficas para el mundo rural español. Habrá que ir pensando las medidas a adoptar, con todos los sectores afectados por esta futura ley unidos para plantear acciones en común, ya que es una mera cuestión de supervivencia.

En estos momentos, ya se está planteando la posibilidad de salir a la calle para defender nuestros derechos y que se puede gestar una protesta masiva y contundentemente, al igual que lo haremos, de ser necesario, ante las urnas...