Me llama la atención la frase, que emplea Dña. Carmen Remírez Barragán; esta navarrica nacida en Sansol, en el año 1984, y que aunque sólo cuenta con 22 años, acumula en su haber un expediente académico pleno de matrículas, y sobresalientes, y poco a poco va engrosando su currículum con premios y premios, tanto a su labor académica como a su comienzo profesional.
Pero es mi intención puntualizar en la frase, que es extrapolable a muchos jóvenes, se trata del ¿tener miedo a perder la capacidad de sorprenderse? Ya no sólo la gran mayoría de nuestros jóvenes pierden la línea de referencia que los valores sociales y personales, sino que además, ya no se sorprenden de nada.
Hay quien con capacidad intelectual que, cuidado, no sólo es respaldada ésta por una titulación, tiene miedo de perder algo de lo que ya posee; pero lo peor de todo es que se generaliza la realidad, que no sensación, de que nada le cause sorpresa.
Los jóvenes de la actualidad, esos a los que les hemos dado todo, esos a los que les hemos facilitado mucho el camino, quizás demasiado, a los que les hemos enseñado todo lo que hemos podido enseñar, con la sana intención de ampliar su conocimiento, han perdido el encanto que la novedad despierta.
