Opinión

La brecha formativa

La segunda parte de los Indicadores de la Ribera, recientemente publicada por AER, nos aporta algunos datos clave sobre la situación económica de nuestra comarca que, por tercer año consecutivo, aparece entre las últimas de Navarra.

En el ámbito industrial, el incremento medio del valor añadido bruto (VAB) durante los últimos años (1999-2003) ha sido del 5%. Aunque se han estancado o decrecido algunas empresas tradicionales, las nuevas centrales térmicas de Castejón han supuesto la mitad de ese crecimiento. En su conjunto, sin embargo, la rentabilidad económica del sector industrial ha seguido una tónica descendente.

El dato económico más significativo es, sin embargo, el de la renta per cápita, medida según las declaraciones del IRPF. Durante el período 2001-2004, la zona de Navarra que más ha crecido ha sido, con mucha diferencia, Tierra Estella, seguida del Noroeste y el Pirineo, y la que menos Pamplona. Aunque esta tendencia es positiva, porque ayuda a reducir las desigualdades territoriales de la Comunidad Foral, las distancias siguen siendo enormes. La zona de Pamplona acumula el 61% de la renta declarada en Navarra, y su renta per cápita está muy por encima de la obtenida en las demás comarcas, superando en 24 puntos al Noroeste, en 27 a Tierra Estella y en 37 a la Ribera, que sigue estando en la cola de la riqueza navarra. Digamos que la Ribera se sitúa al nivel de la media española, pero muy lejos de la media navarra. En estos tres años, el conjunto de la Ribera ha mejorado 0,7 puntos, pero gracias a la Ribera Alta, porque la zona de Tudela ha bajado 0,4 con respecto a la media navarra. Y lo grave es que eso ha ocurrido durante una etapa de bonanza económica. Si en una larga coyuntura favorable, gestionada por UPN, Tudela y la Ribera no han conseguido reducir su tradicional retraso con respecto a Pamplona, ¿qué podemos esperar de los próximos años, en que van a disminuir las ayudas europeas y va a aumentar la deslocalización de empresas, con una tendencia sostenida a concentrar las inversiones y servicios en la cuenca de Pamplona?

Las inversiones públicas actualmente previstas para la Ribera (UPNA, desdoblamiento de la N-232, ciudad agroalimentaria, etc.) son por eso fundamentales, pero van tan lentas o son tan imprecisas, aunque se anuncien tantas veces, que corren el peligro de no corregir la situación actual. Si es verdad que el Valle del Ebro tiene que convertirse en el segundo polo del desarrollo navarro, que potencie y diversifique su zona sur, como muchos venimos defendiendo, es preciso un planteamiento más creíble por parte de Pamplona y un mejor liderazgo por parte de Tudela. Gracias a los Indicadores AER, podemos cada año evaluar con más rigor la situación de Tudela y la Ribera en el conjunto de Navarra. Y esos indicadores, que aportan datos y no opiniones ni intenciones, nos dicen que estamos donde estábamos, en la cola. Bajo el gobierno de UPN.

Manuel Campillo