Opinión

La alcaldesa de Ribaforada se someterá a una moción de censura el 10 de enero

En el Ayuntamiento de Ribaforada las cosas andan revueltas, aunque tienen visos de “solucionarse” pronto, y es de desear que así sea, por el bien de la localidad. Al cierre de esta edición conocíamos la noticia de que el próximo 10 de enero tendrá lugar el pleno extraordinario en el que la alcaldesa, la socialista Edurne Ruiz, se someterá a la moción de censura que han planteado conjuntamente los ediles de los grupos municipales de IU y de UPN (de los cuatro, tres -una de las ediles era independiente- se han dado de baja en UPN tras las palabras de Miguel Sanz, que se opone al procedimiento y les amenazó con la expulsión).

Si la moción de censura prospera (con toda seguridad ocurrirá), pasará a ostentar la alcaldía la portavoz del ex grupo municipal de UPN, Mª Nuria Ruiz, prima de la actual alcaldesa, Edurne Ruiz, y quien ha declinado hacer declaraciones “hasta el día 9 de enero, porque queremos defender la moción de censura y argumentar, sin que haya antes cruces dialécticos”, indicó a PLAZA NUEVA, al tiempo que a la pregunta de si será la nueva alcaldesa, respondía: “se supone que lo seré, a no ser que pase algo extraño”.

La cuestión es que las buenas relaciones que mantienen UPN y el PSN para la gobernabilidad de Navarra se resquebrajan cuando se trata de la arena política municipal, donde, para algunos ediles -es lógico- pesa más su localidad que la disciplina de partido. Unos la acatan, como ocurrió con el alcalde de Tudela y el Polígono de Tiro, y otros prefieren defender sus ideas sin estar atados a dictadura alguna. Queda pendiente saber qué pasará en Cintruénigo, y con su alcalde socialista.