Opinión

Íbamos a ser reinas

Ni reinas de la casa, ni reinas del hogar, ni reinas de corazones ajenos...... Nacimos en la década de los 50 y nos enseñaron que el ideal del amor romántico era, como mujeres, que viniera un “príncipe azul” y nos llevara a ser las reinas de nuestra casa, no de nuestra vida, basándose en una pareja formada por un hombre que trabaja, gana dinero, disfruta del ocio y tiene vida pública junto a una mujer que trabaja en la casa familiar, no es propietaria de bienes, dedica su vida al cuidado de su marido y sus hijos, no tiene apenas ocio y no participa en la vida pública. Tantos siglos encerradas, son como un ancla que nos impide vivir en libertad . Miles, millones de mujeres tenían, tienen, destruida su autoestima por parejas que les recuerdan todos los días cuál es su sitio: "tu que sabrás". Millones de mujeres tenemos maltrecha la autoestima como colectivo, por una sociedad que cuestiona lo incuestionable: los derechos humanos de todos los seres humanos, hombres y mujeres .

Los principales factores determinantes de la violencia de género son la relación desigual entre hombres y mujeres. La violencia contra las mujeres es estructural: La violencia no se debe a rasgos patológicos de una serie de individuos, sino que tiene rasgos estructurales de una forma cultural de definir las identidades y las relaciones entre los hombres y las mujeres. La violencia contra las mujeres se produce en una sociedad que mantiene un sistema de relaciones de género que perpetua la superioridad de los hombres sobre las mujeres y asigna diferentes atributos, roles y espacios en función del sexo. Se ha tolerado socialmente que los hombres utilizasen la violencia para afianzar la autoridad. La violencia de género existe sucede en todas las clases sociales, religiones y niveles educativos. La violencia contra las mujeres es también instrumental , el poder de los hombres y la subordinación de las mujeres, que es un rasgo básico del patriarcado, requiere de algún mecanismo de sometimiento, en este sentido, la violencia contra las mujeres es el modo de afianzar ese dominio y se utiliza como mecanismo de mantenimiento del poder masculino y de reproducción del sometimiento femenino. Los hombres maltratadores han aprendido a través del proceso de socialización- que es diferente para hombres y mujeres- que la violencia es la mejor forma de conseguir el control y dominar a la mujer.

Un total de 24.694 mujeres presentaron una denuncia contra su pareja o ex pareja en los primeros cinco meses de 2007. Las 151 denuncias al día suponen un incremento de un 1,4% respecto a las cifras del año precedente, según datos del Instituto de la Mujer. La mayoría de las denuncias se presentaron contra el cónyuge, un total de 8.446. Compañero sentimental, con 7.122 querellas, ex pareja y ex marido, con 4.693 y 2.422 denuncias. Por edades, gran parte de denuncias fueron interpuestas por mujeres entre 21 y 30 años, con 8.432 documentos. Los datos de mujeres fallecidas víctimas por la violencia machista en lo que va de año reflejan cifras que se salen del ámbito doméstico para afectar a toda la sociedad. Junio fue, junto a febrero, el mes negro en muertes de este tipo. Un total de 9 mujeres perdieron la vida. Las ciudadanas extranjeras supusieron 15 de las 38 mujeres fallecidas a manos de su pareja o ex pareja en los seis primeros meses de 2007. De ellas, seis eran europeas, ocho latinoamericanas y una africana. En cuanto a la situación de las víctimas mortales respecto a su pareja o ex pareja, 3 de cada diez se encontraban en fase de ruptura, situación bastante habitual en los malos tratos con resultado de muerte.

Asunción Cisneros Izquierdo

Médica de Sanidad del Gobierno de Aragón