La movilización del pasado miércoles 29 en la Ribera -elevada a la categoría de “Huelga General”- se quedó en pataleta de los interesados, con un seguimiento desigual en la Industria, y la más absoluta de las indiferencias en el resto de los sectores de la economía, más preocupados por sus propios problemas del día a día que de secundar una movilización que sólo lo fue desde el punto de vista sindical. Liberados y centrales necesitaban justificar la parálisis e inopia en la que han estado sumidos estos casi tres últimos años de debacle...
Al ruido que produjeron, sólo se le puede responder con la categórica petición de dimisión de sus responsables, Toxo y Méndez. El anacrónico modelo de sindicatos “verticales” que padecemos, no funciona y necesita una urgentísima renovación. La misma que deberían tener los partidos.
