Es un espacio de vida estructurado y regulado por los usos y costumbres de los vecinos y ciudadanos de Tudela, así como por su estructura , su diseño, los elementos físicos y vivos que lo componen desde hace muchos años. El proyecto al que se quiere someter esta calle, (proyecto que no voy a valorar negativamente, podría quedar bien en una zona nueva y vacía), no tiene en cuenta ni respeta ninguno de los aspectos antes citados.
Es una destrucción total y radical de esta calle emblemática, que ha llegado a un equilibrio armonioso al cabo de años de lenta evolución. Es un reto seguramente apasionante para un arquitecto, “repensar” una zona , pero totalmente inhumano que va a destruir y reorganizar ,sin su participación, la vida de muchos ciudadanos. No solamente los vecinos más próximos, sino toda la población que disfruta de esta calle.
La mayor parte de nosotros estamos condenados a perder, a ver destrozado nuestro entorno más directo, y pasar el resto de nuestros días a observar el crecimiento de un proyecto que tardará el resto de nuestras vidas en tomar forma. Los árboles, elemento fundamental de la estructura actual de HERRERIAS, tardarán mucho en crecer, si es que lo consiguen. La vida de un ser humano es demasiado corta y sensible para permitirse experimentos tan drásticos, anacrónicos y destructivos.
El hombre es el único animal que tropieza dos veces sobre la misma piedra, seguiremos con el error de la Carrera y la Plaza Nueva, monumentos fríos, uniformes y desangelados. El equipo de gobierno del Ayuntamiento tendría que haber aprendido algo y tener la capacidad de rehacer lo que actualmente sólo está sobre el papel y es de muy fácil corrección.
