Opinión

Hay cerca de 80.000 abortos al año

En una cadena ascendente las interrupciones de embarazos van en aumento, la política permisiva que la administración socialista establece para acceder al aborto, como resultado de una carencia de valores, y de un ataque directo a la familia y a todo lo que ella representa, se precipita a la falta de respeto y consideración de la persona desde que es engendrada.

El perfil que presenta la mujer que recurre al aborto, viene definido por una mujer sin pareja estable, y trabajadora por cuenta ajena, lo que establece sicológicamente una inestabilidad anímica, y una presión que fruto de una sociedad con retales machistas, establece una inseguridad laboral por los embarazos.

Los abortos se realizan tanto en clínicas privadas como en clínicas públicas, pero mayoritariamente en las privadas, donde las asociaciones provida, quieren que se establezca mayor control, pero ellas, las clínicas privadas que se lucran con la interrupción de embarazos, fruto de la carente educación sexual en la que nos vemos inmersos, y se atreven a decir que no se generan secuelas sicológicas en las mujeres que matan a aquel ser que crece en sus entrañas.

Las asociaciones provida quieren apoyar a las mujeres que por la precaria situación económica, inmersas en una problemática laboral, para que vean que existen otras alternativas al aborto, otras posibilidades para un ser que ya es persona en su seno y merece la oportunidad de vivir.