Helio Robleda, Presidente de la Cámara de Comptos, sostuvo la semana pasada en el Parlamento Foral que es necesario que Navarra cumpla este año con el objetivo de déficit público del 1,3% y que contenga la deuda pública. Para conseguirlo, aconsejó "el máximo rigor en la ejecución presupuestaria, la revisión de procedimientos y de la organización, y la racionalización del gasto", punto en el que subrayó la conveniencia de analizar qué trabajos se encomiendan a las empresas públicas para evitar que éstas, al no poder hacerlos, recurran a la subcontratación.
La reflexión resulta magnífica. Cabe recordar, cuando politiquillos-polichinelas nos cuentan sus soluciones mágicas, que todas esas ocurrencias supuestamente salvadoras pasan por más gasto público, más inversiones, más funcionarios, más sindicalistas liberados, más subvenciones y más sueldos difícilmente justificables dada la situación actual...
