Opinión

Fumador por Imposición

Confieso que llevo cinco años sin fumar, pero fumando de lo de los demás y, por raro que pueda parecer desde la aplicación de la Ley Antitabaco, me trago más humo que antes.

Nada más lejos de mi intención ser tachado de intolerante por los pobres apestados, de los que hasta hace poco formaba parte activa. Pero se les tiene por enfermos dependientes de sustancias tóxicas, por poco más o menos que drogadictos, y hombre, ¿ni tanto ni tan calvo?

El caso es que muchos han dejado de fumar y otros tantos seguro que lo volverán a intentar con la llegada del año nuevo, donde todos ponemos nuevos propósitos en el deseo pero muchos se quedan en eso, sólo en deseos.

Ahora fuman en las puertas de las empresas, de los locales, de los hospitales, etc., y al atravesar las entradas de estos lugares donde la Ley no les deja fumar obligándoles a estar en la calle, uno se fuma lo impensable, vamos que si es fumador, no hace falta ni encender el cigarrillo, pues al atravesar esa cortina de humo se carga de la dosis de nicotina necesaria para salir del mono.

Es ¿infumable?, y nunca mejor dicho, la puesta en vigor de la Ley, que ha perjudicado a todos, y podemos contar con los dedos de la mano de un manco quienes se han visto favorecidos.