Llevaba seis meses esperando a que Zapatero actuase como se le exige a un verdadero Presidente de turno de la Unión Europea y que se dignara a aparecer por Bruselas. Pues bien, por fin lo hace, por supuesto únicamente viene para despedirse de la peor presidencia europea de turno de los últimos tiempos, pero ¡qué mala pata tengo! Ya que coincide con el 6 de julio, con el comienzo de los Sanfermines. No saben la pena que me da no poder estar en mi ciudad con todos mis paisanos, los pamploneses para celebrar una de las mejores y más famosas Fiestas del mundo entero. Pero lo primero es lo primero, primero el deber, y luego, el placer.
Aún así, estoy haciendo todo lo posible para acudir el fin de semana y poder hacerle una visita merecida a nuestro copatrón de Navarra, San Fermín, para pedirle que con la nueva presidencia belga de Europa se produzcan más avances que con la presidencia española, lo cual tienen bastante fácil.
Digo esto porque lo único que ha conseguido el Señor Zapatero en esta presidencia es aumentar el paro, disminuir el sueldo a los funcionarios, congelar las pensiones y no realizar ninguna reforma eficaz, en el momento más necesario.
Es una pena no poder acudir desde el primer momento a los Sanfermines y encima porque hay que quedarse a escuchar a ZP diciendo que la actuación del Gobierno español ha sido “satisfactoria”.
Con esta afirmación, él mismo reconoce que no ha realizado todo lo que debía hacer, ni siquiera se ha interesado en lo más mínimo por lo que ocurre en Europa.
No nos engañemos, Europa no cuenta con incompetentes para solucionar sus grandes problemas. Para solucionarlos, se han reunido Van Rompuy, Sarkozy y Merkel, y está claro que Zapatero, ni aparecer. Aunque es normal que no cuenten con él, pues alguien que no es capaz de gobernar su propio país, ¿está capacitado para presidir el gobierno de los 27? Obviamente, no.
