Deseo un feliz nacimiento, a toda la humanidad, pues en estos días de final de año no se puede discriminar a nadie por sus pensamientos. Pues no es verdad que sólo se celebre el nacimiento de Cristo.
Dios, como Cristo, son universales, no pertenecen a nadie, no son exclusiva de nadie. Lo que deberíamos de celebrar es nuestras ansias de regeneración, de ser mejores personas... de un verdadero renacimiento. Los judíos, los musulmanes los ateos, igual que los cristianos, somos todos creación divina.
No debemos de marginar a nadie en nuestros corazones, por eso tenemos que decir Paz a toda la humanidad, en vez de Paz a los hombres de buena voluntad.
Ya que Jesús nos dijo, no juzgar, y juzgar es pensar que unos tenemos buena voluntad y otros mala, según piensen como nosotros o no.
No debemos pues personalizar en una sola persona, por muy grande y genial que sea, estas fiestas que tienen que ser universales, cósmicas... de todos. Que ninguna idea religiosa, se imponga a las demás, y que como en un crisol maravilloso, quedemos todos unidos espiritualmente en lo que verdaderamente somos... seres humanos, que nos necesitamos.
No podemos seguir dividiendo, debemos de sumar nuestras fuerzas, en aras de un mundo mejor.
