Opinión

Felicidades periodistas

El jueves pasado festejamos al patrono de los periodistas, San Francisco de Sales; un obispo que se dice escribía de día hojas clandestinas y las metía por debajo de las puertas, de noche.

Por suerte, los periodistas actuales no nos vemos obligados a trabajar bajo la presión de la censura, aunque es cierto que nos debemos a los principios editoriales de los medios por los que estamos contratados.

Lo que no es aceptable es la idea que algunas personas tienen acerca de nosotros y de nuestra profesión, desprestigiada por los que, no siendo profesionales y los que, aún siéndolo, se dedican al cotilleo rosa y a colaborar de forma activa en los montajes de populares y famosos televisivos y del papel couché.

Da rabia tener que escuchar la manida frase de “los periodistas os inventáis las cosas o no reflejáis la realidad”, cuando la mayor parte de nosotros intentamos realizar nuestro trabajo desde la honestidad y la imparcialidad.