Las asociaciones pro vida, protestan diciendo que es vergonzoso que una niña pueda abortar sin el consentimiento de sus padres.
Pero lo vergonzoso es que una niña muera por que sus padres le nieguen una transfusión de sangre o la obliguen a una oblación de clítoris.
Todavía está reciente la excomunión a médicos por realizar un aborto a una niña de nueve años y a ella misma cuando nunca se ha excomulgado a los violadores.
Las leyes deben de proteger a esas niñas de sus propios padres, cuando por mitos fanáticos religiosos se niegan a defender a sus vástagos.
La jerarquía católica, anclada en el pasado empuja a sus fieles para que las leyes que libremente nos damos todos los españoles sean derogadas.
Cuando en democracia puede hacerse por caminos legales y en las urnas, y aunque ellos pueden exponer sus ideas con manifestaciones callejeras o protestando en medios de prensa,radio y televisión, como son una minoría en este país, nunca por esos medios, pueden derrotar las leyes, que por mucho que protesten tienen que acatar, y no es que se les imponga hacerlo como hacían ellos, pues España no es una dictadura como lo es la de la Iglesia católica, sino que si no quieren abortar que no lo hagan, por eso no irán a la cárcel, pero sus hijas si podrán hacerlo si lo necesitan.
Firmado Miguel Angel Soro Falces.
