Sin duda alguna, resulta curioso que el mismo día que España eligiera a sus primeros representantes en la Eurocámara, hace 25 años, el domingo 10 de junio de 1987, el Presidente Rajoy salga a dar la cara -por fin- a la opinión pública para jactarse de que esa misma "Unión" nos ha soltado unos "hilillos" de dinero, nada, fajos y fajos de billetes, que amontonan unos 100.000 millones.
Así las cosas, preocupa comprobar hasta qué punto Europa no sabe a dónde va, llenos sus foros de deslucidos y desgastados "políticos nacionales", refugiados allí como premio, y enfrentándose a grandísimas transnacionales que superan en eficiencia y orden a sus interesadas siglas y a sus anquilosados y endogámicos partidos. De modo que, visto de ese modo, está claro que nadie sabe hacia dónde va Europa, tirando de maquinica para dotar a un país que gasta a dos manos sin control, cuando ni siquiera ella misma sabe a dónde va, ni cómo, ni con quién.
¡Si esos mismos políticos que dicen controlar y que pretenden "recuperar" la economía y el sentido perdido son los que han arruinado con sus desmanes, ocurrencias, favores, e interesados intríngulis, unas entidades financieras, las Cajas, modelos de sensibilidad social!
Con ese planteamiento, nadie duda de que este domingo, con la reacción de Grecia, lo que queda de este occidente despistado comenzará a desmoronarse cuan Roma, porque un Imperio, para mantenerse, debe tener un principio y varios fines, y aquí no tenemos ni lo uno ni lo otro.
