Opinión

Ética -Cacerías 2-

Es muy conocido el episodio de la vida de César en el cual defendió a su esposa del delito de introducir a su amante en el templo de la diosa Bona, del cual era sacerdotisa. César proclamaba la inocencia de su parienta ante el juez y cuando este le preguntó por qué, entonces, se había divorciado de ella, respondió aquello de que “la mujer de César no debía estar mancillada ni por una sospecha”.

A un dirigente de la taifa valenciana parece que le han regalado unos trajes. Y todos nosotros, en vez de alegrarnos por su buena suerte, andamos negros porque desconfiamos, pensamos que es muy sospechoso y que algo extraño se esconderá detrás de los regalos. ¡Cómo somos!

Claro que, puestos a recelar, no parece descabellado pensar que la dadivosa empresa utiliza habitualmente esta técnica para lograr sus contratos y que los dirigentes de la taifa andaluza habrán recibido el triple de trajes ya que, según dicen, ellos también contrataron los servicios de dicha empresa pagando el triple de dinero.

Los cuatro ricachones que conozco son gente bastante roñosa, regalan poco y no tiran su dinero favoreciendo a los demás. Incluso hay uno que dice que tiene dinero porque no se lo gasta. Como se suele decir no dan puntada sin hilo. Por eso cuando invitan a alguien a una cacería que cuesta un pastón (entre tres y seis mil euros, me dicen), todos suponemos, creo que fundadamente, que esperan conseguir algo a cambio. Otra cosa es que lo logren, pero lo seguro es que consideran al invitado suficientemente venal como para que les dé, o facilite, o agilice, o lo que sea, aquello que pretenden. Hay gato encerrado. Son invitaciones sospechosas y parece que por ahí pululan los que nos mandan y nos gobiernan.

Hablando de dinero, los bancos son los que más tienen. En su administración rara vez regalan nada. Y cuando lo hacen suelen anunciarlo a bombo y platillo. De hecho siempre he pensado que gastan más en la propaganda, explicando lo generosos que son, que en los propios regalos. Además, ya que es una operación para mejorar su imagen y captar clientes, procuran que llegue a la mayor cantidad de personas que sea posible. Por eso es muy raro que paguen los estudios en el extranjero de una sola chica y todavía más extraño que no lo anuncien a los cuatro vientos. Sospechosísimo y maloliente. Yo creo que será para pagar los servicios prestados o los que esperan recibir.

En fin, que la mujer de César, lejos de parecer una señora honrada, tiene todo el aspecto de un putón verbenero