Una persona que su existencia ha degenerado tanto que pide a gritos que por favor acaben con él, pues lo que tiene, ya no es vida sino que es un verdadero infierno.
Es que no se puede, desoír esa voz suplicante.
La Jerarquía católica, invocando unos principios falsos y caducos, insiste en defender lo indefendible.
La vida si que hay que defendedla desde su concepción hasta la muerte, pero siempre si esta es una vida digna, no si es un horror y un sufrimiento insoportable.
La nueva idea de Dios Amor, nos da respuestas, al aborto y a la eutanasia.
Si a la vida, pero si es aceptada por todos en especial de la madre.
Un hijo no deseado, son problemas insufribles para una madre, que no está capacitada, para atender y atenderse debidamente, con lo que ese nuevo ser, debe de esperar en la estación de las almas, a que pase un nuevo tren, que le pueda llevar debidamente a la encarnación de ese espíritu a ese cuerpo, que le espera, para la nueva aventura de la vida, Dios solo se encarna cuando quiere, pues es Dios y solo Dios quien se encarna y se materializa....ninguna alma pierde su oportunidad, solo prolonga un poquito más la espera de su encarnación.
Los pensamientos rancios de estos mandatarios, les hace creer, que las almas están separadas de Dios, cuando no es así, existen infinitas almas pero un solo Espíritu,Absoluto, El, es el Todo y la parte.
