Decía el poeta mexicano Octavio Paz que las masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha sido inyectado el veneno del miedo.... del miedo al cambio. Yo hago mías sus sabias palabras.
Creo que se hace necesario un cambio en las reglas del juego político porque, sino, mucho me temo que nuestra democracia será como un juego donde unos cuantos se entretienen mientras la mayoría sufre para mantener su juerga. A este respecto, convendría tener en cuenta el “Manifiesto por la Regeneración de la Democracia y la Refundación del Estado” que UPyD ha presentado recientemente y que cuenta con 6 puntos importantes:
1º Leyes eficaces contra la corrupción, 2º reforzar la independencia y autoridad sancionadora de los organismos reguladores y de control público, 3º Ley de Transparencia exigente que incluya a la Casa Real, a los partidos políticos y sindicatos, 4º una justicia independiente, 5º aprobar una Ley Electoral justa y proporcional y por último, reformar la Constitución para que recoja las propuestas ciudadanas y resuelva el modelo territorial del Estado.
Nuestra Carta Magna está obsoleta. Si no afrontamos de una vez por todas estas reformas no podremos superar la crisis en la que estamos inmersos. La crisis en España no sólo ha sido provocada como consecuencia de la burbuja inmobiliaria sino, y en mayor medida, a mí parecer, por las malditas reglas del juego que han aprobado, una y otra vez, los dos grandes partidos para ganar la partida al ciudadano.
