El Consejo de Ministros aprobó el viernes una nueva regulación, a través de un Real Decreto, con las condiciones administrativas, técnicas y económicas para el suministro y la producción de electricidad con autoconsumo, que no ha hecho sino enmarañar y retrasar una realidad en la que España, de la mano de sus vendidos gobernantes, nada contracorriente de la evolución de un mercado muy desarrollado tecnológicamente y que ya se está imponiendo en toda Europa y todo el mundo.
Los técnicos pensaban que no se atreverían, porque la medida nace muerta y será echada a un lado, en breve, por la realidad, pero dicen que así se “establece un marco que garantice la sostenibilidad del sistema eléctrico e impulsa la utilización de las energías renovables”. Así, a la postre, la medida no es más que otra bochornosa puesta en escena del servilismo y entrega del Estado a las manos del monopolio de las grandes eléctricas. Una vergüenza que va contracorriente de lo que se está haciendo, pero en la que se empeñan, pase lo que pase, porque han perdido la vergüenza tanto al qué dirán como a lo que pueda ocurrir.
Eso sí, en los Consejos de Administración de esas firmas que manipulan y dictan leyes a su antojo, se siguen sentando ellos mismos sin sonrojarse...
