Opinión

En la oposición a los recortes de políticas sociales y de derechos laborales están la izquierda y los sindicatos

Ayer (por el pasado miércoles día 23) se convalidó en el Congreso de los Diputados, con lo que entró en vigor, una reforma del mercado de trabajo que recorta derechos laborales, abarata el despido y limita el derecho a la negociación colectiva de los trabajadores.

Y ayer en el Congreso el gobierno del PSOE no se encontró solo a la hora de imponer una reforma que tiene por único objetivo devaluar y degradar el factor trabajo en España, y que en absoluto va a servir para crear empleo.

Ayer en el Congreso, además del PSOE, apoyando o permitiendo con su abstención, la derecha del PP y UPN, y los nacionalistas de CIU y PNV, dieron el visto bueno a un demoledor recorte de derechos a los trabajadores y trabajadoras.

Y esto es así porque tanto la derecha como los nacionalistas comparten con el gobierno de Zapatero y el PSOE que la salida de la crisis se haga en términos de graves recortes de derechos sociales y laborales.

Como también todos ellos comparten la aceptación de las duras medidas de ajuste que ¨la dictadura de los mercados¨, el FMI, la UE o el Banco de España exigen imponer, aún a costa de causar nuevos y graves sufrimientos a quienes no han provocado la crisis.

Resulta por lo tanto evidente que la oposición a la antisocial hoja de ruta que el gobierno de Zapatero se dispone a aplicar (recortes sociales, degradación del factor trabajo, pensionazo, copago sanitario...) se sitúa únicamente en la izquierda y los sindicatos.

Ayer en el Congreso Izquierda Unida fue la única fuerza estatal que votó en contra de la convalidación de la contrarreforma laboral presentada por el gobierno.

Ante la aplicación de estas medidas de ajuste social es necesario también que algunas formaciones políticas clarifiquen las contradicciones que mantienen.

Y deben hacerlo porque los recortes de derechos no son un asunto menor o marginal, sino que son temas centrales sobre los que es necesaria una posición clara y contundente.

Nabai, que votó en contra de la reforma, debería aclarar si ante un asunto tan grave y trascendente por sus consecuencias y calado social va a tolerar que una de las fuerzas que componen esa coalición, el PNV, permitiera con su abstención la convalidación y entrada en vigor de la contrarreforma laboral.