Opinión

Empresas púbicas

El Gobierno de Navarra va a ahorrar la candente cifra de 28 millones de euros al reestructurar las 38 sociedades que dependen de ella, agrupándolas en 13 compañías dependiendo de su sector de actuación. Hasta ahí, se entiende la explicación dada por el consejero de Hacienda, Álvaro Miranda.



Ahora bien, lo sorprendente del caso es que la medida se anuncie como la foral llegada del Papá Nöel ahorrador. Si bien, cabe hacerse la pregunta de a qué se dedica semejante “grupo empresarial” público, y qué hacen los 1.265 trabajadores que, dicen, están a su cargo. Al margen de esos otros miles de trabajadores públicos, los Funcionarios, que se “contabilizan” de otro modo.



Sin pensar mal, partiendo de la premisa de que realizan labores que las empresas de índole privada no pueden resolver, y sólo dando por sentado que son la mayoría de ellas eficientes -que es mucho suponer, sabiendo cómo se gestionan aquí favores y prebendas, horarios y productividades- no es comprensible cómo no les ha llegado antes la

crisis, esa que Zapatero negó hasta que le explotó en la cara y que Sanz anuncia que ya hemos superado...



Resulta inverosímil, la verdad. Y más, leyendo los informes que acompañan semejante “medida”, que aseguran que “mueven al año unos 277 millones, el 67% fruto de su propia actividad empresarial”, pero que en

un nada desdeñable 33 -edad de nuestro señor Jesucristo- dependen del vilipendiado erario público, es decir, de lo que merman a Usted y a mí en IRPF, IVA y otras gracias...

¡Eh ahí claramente la penitencia!