Según el primer boletín del Obser-vatorio Joven de Emancipación, presentado por el Consejo de la Juventud de España, sólo el 23% de los jóvenes navarros puede emanciparse, un 12% menos que en 2012, debido a la crisis.
Si a esto le sumamos los datos facilitados por la Encuesta de Población Activa, que determina que uno de cada cuatro hogares depende ya de una pensión para mantenerse, socialmente deberíamos preocuparnos.
De hecho, casi 8.000 hogares navarros no cuentan con ningún ingreso, prestación o pensión. Sin embargo, todos estamos en la piscina sin querer ver, -o viéndolo y quedándonos inmovilizados en el agua-, hasta qué punto está cambiando la realidad.
Antaño los ancianos vivían en casa con el resto de la familia, y eran los portadores del conocimiento y la serena experiencia. Después se puso de moda "aparcarlos" en algunos de esos magníficos centros geriátricos con que contamos. Y ahora, tristemente, se están cobijando de nuevo en las casas para poder vivir de ellos.
