Opinión

Elección de candidato y futuro de Navarra

Hace ya muchos, muchísimos años que decidí, no exento de temores y de preocupaciones propias de la época, afiliarme al Partido Socialista – PSOE. No solo eso, sino que, fruto de la dictadura, de la semiclandestinidad y de la necesidad de aportar esfuerzos en conseguir las plenas libertades ciudadanas, tuve el honor, junto a unos pocos hombres y mujeres de esta tierra navarra, de reconstituir el Partido Socialista – PSOE en esta comunidad.

Era un 19 de mayo de 1974, nos dio cobijo la iglesia de la época. Fue en el Seminario de Tudela, hoy Centro de Salud, donde nos reunimos, bajo la grata compañía y supervisión del compañero Gregorio Peces Barba. Allí decidimos el inicio de un camino hacia un futuro mejor, bajo la prespectiva socialista y democrática.

Muchas cosas han ocurrido desde entonces, estuvimos primero en la oposición, después gobernamos Navarra, volvimos a la oposición, nuevamente gobernamos Navarra y nueva y finalmente volvimos, como debe ser habitual en democracia, otra vez a la oposición.

Hay algunas cosas que sin embargo no han cambiado. Citaré dos. La primera, para desgracia de los ciudadanos y ciudadanas de Navarra, del País Vasco y del conjunto de España, es la existencia de la Banda Terrorista ETA. La segunda, para fortuna de los ciudadanos y ciudadanas de Navarra, es que Navarra sigue su actividad institucional bajo la senda democrática, con el afianzamiento de su estatus de comunidad diferenciada y al amparo de nuestras dos constituciones, la Constitución Española y el Amejoramiento del Fuero.

La singularidad y diferencia del Partido Socialista, con respecto a otras opciones políticas, referido obviamente al concepto territorial e institucional de Navarra, se centra en la posición no excluyente y convivencial de los socialistas. El Partido Socialista defiende modelos institucionales que, teniendo en cuanta las singularidades y especificidades de cada territorio, permitan construir una amplia casa de convivencia, sin exclusiones y respetando la diversidad y pluralidad, obviamente dentro de España o del Estado Español.

Pero esta posición es fácilmente atacable por los demás; por la derecha, acusándonos de pronacionalistas y por los nacionalistas acusándonos de conservadores. Por tanto, la pregunta del millón es: ¿dónde estamos los socialistas? O mejor dicho, ¿dónde nos ven que estamos los ciudadanos y ciudadanas que viven en Navarra? Lo más grave de todo esto sería que los ciudadanos y ciudadanas que viven en Navarra no nos vieran en ninguna parte.

¿Dónde estamos los socialistas navarros? Según las resoluciones de nuestro último VIII Congreso, participamos de un modelo institucional y territorial que profundice y consolide a nuestra Comunidad Foral como una comunidad singular y diferenciada dentro de España, con las mayores cotas de autofinanciación y autogobierno y con un amplio esfuerzo de integración y respeto a la diversidad cultural y pluralidad política, expresada democrática y pacíficamente. Así lo está defendiendo y aplicando nuestro Secretario General, Carlos Chivite.

Y en esta apuesta por la integración y el respeto a la diversidad, mi partido tiene una grave dificultad, tener que demostrar continuamente que somos navarros y, lo que es más grave, defendemos siempre, política y democráticamente, a Navarra y a España. Por ello, algunos dirigentes, particularmente UPN y su presidente, no ven, no quieren ver que NAVARRA es de todos y de nadie. Que nadie la posee y nadie la poseerá. Que la voluntad de las navarras y navarros pasa, en primer lugar, por convivir admitiendo la peculiaridad personal y diferenciada del otro. Que la democracia es el marco de actuación política y social y la legalidad es el único reglamento posible que nos permita llegar a un futuro mejor.

Los socialistas hemos defendido siempre lo mejor para Navarra. El desarrollo de las comunicaciones y de los servicios públicos. La defensa de la identidad de Navarra y la cooperación con cuantos estados y regiones nos circundan y comparten algunos proyectos e intereses mutuos.

Hoy nuestro líder y Presidente de España, José Luis Rodríguez Zapatero, está empeñado, sin descanso ni desánimo, en intentar conseguir la paz, para todos los españoles, pero particularmente para las ciudadanas y ciudadanos navarros y vascos. El fin de la violencia permitirá, si se consigue, una mayor convivencia ciudadana, una mejor cooperación entre Comunidades y una profundización en la libertad y en el pleno funcionamiento democrático.

No obstante, queda ya menos de un año para volver a participar democráticamente en unas elecciones autonómicas y municipales. Las ciudadanas y ciudadanos navarros, singularmente los progresistas, últimamente nos miran demasiado y con gran preocupación. Observan una película ya conocida y repetida. Según leen y oyen, los socialistas navarros no van, no vamos a poder decidir interna y democráticamente el candidato socialista a la Presidencia del Gobierno de Navarra. Difícil explicación. Dentro de nuestros estatutos SÍ. Dentro de la democracia participativa NO. ¿Por qué en Navarra? ¿Por qué nuevamente en Navarra? Esta es la cuestión.