Opinión

El Tráfico y los Puntos

Comienza en julio el llamado “Carnet por Puntos” que vinculará a los conductores con más de tres años de experiencia a 12 tantos de crédito, mientras sean buenos al volante. La medida pretende reducir los accidentes de tráfico que ensombrecen estadísticamente cada semana al recordarnos que demasiadas personas dejan la vida en la carretera, pero no creo que sea esta fórmula la más adecuada para este mal.

La puesta en marcha de este sistema convierte en demasiado complejo y burocrático algo tan elemental en estos tiempos como es conducir un vehículo a motor, y hará que las autoescuelas se pongan las botas con conductores que, símplemente, le han pisado un poco al carro en una recta. Algo, nada práctico para frenar a los imprudentes del volante de verdad, los más balas.

Es lógica la preocupación de la DGT por paliar este mal casi endémico en nuestra tierra, pero responsabilizar y perseguir de este modo a los usuarios de las vías parece, cuando menos, mirar para otro lado el origen de un problema poco equiparable al resto de la Unión Europea, dado el tamaño de España, nuestra compleja y variada orografía, y nuestro estilo de vida.

El parque automovilístico se ha multiplicado por bastante en pocos años, las motorizaciones de los coches son enormes y hasta asusta su potencia y capacidad, pero en la DGT sólo se preocupan de recaudar con el radar y dar la lata con controles de alcoholemia hasta en la puerta de las farmacias, responsabilizando de todos los males del tráfico a los conductores, sin caer en la cuenta y destinar rescursos, por ejemplo, a los cientos de puntos negros de nuestros caminos, perfectamente identificados además.