Opinión

El TAV ¿será una milonga?

Cuanto más se enquista la crisis económica y se dislumbra la innegable vinculación que tiene con el estilo de vida que estamos llevando, menos se entienden inversiones e infraestructuras previstas como la del TAV.



Siempre hemos considerado una buena noticia la llegada del Tren de Alta Velocidad a Navarra, y más lo que representará -de consumarse- la parada y Estación en Tudela, pero vistas las últimas noticias aparecidas sobre la materia, parece un suicidio la voluntariedad expresada en la materia en Navarra, y más concretamente, la llevada a cabo por el Ejecutivo Foral.



Se oyen rumores de que el Estudio de Impacto ambiental de la vía, a su paso por Navarra, está caducado y, sin embargo, el Gobierno está sacando adelante los trámites de los plazos para comenzar las obras del Tramo 1 entre Castejón y Villafranca, una isla en medio de la nada, porque la Y vasca todavía es una ilusión, aunque se haya acordado con el Ejecutivo vasco codirigir el estudio informativo de la conexión entre las comunidades.



Parece todo esto una quimera, cuando hay en mente una alternativa vía Logroño-Miranda de Ebro, que restaría lógica al paso del TAV por Navarra para conectarlo con País Vasco y Francia, a la par que Fomento ha paralizado las inversiones entre Castejón y Zaragoza -por falta de dinero, claro- y mientras el tramo Tudela-Castejón sigue sumido en el limbo del silencio político y técnico, campando por sus destinos sin que nadie se comprometa a nada... ¿Llegaremos a conocer el TAV? ¡Quien sabe!