Opinión

El sonido de la carretera

Según un estudio realizado por la Fundación Española para la Seguridad Vial, FESVIAL, y la Confederación de Auto-escuelas, las señales de tráfico, en Navarra, “no se ajustan al peligro real”. Es más, según las conclusiones de este informe, los navarros creemos que “están colocadas para multar a los conductores”. Hechas para recaudar, vaya.



Y la sesuda reflexión de estos estudiosos no sorprende a nadie. Y menos después de ver a todo un ministro del Interior rogando a la Guardia Civil que cumpla con su obligación, y vuelva a multar como antes... ¡Lo que es la pela!



Dicho esto, además de por las multas, nuestras carreteras destacan, -bueno, “brillan”- por su prolongada ausencia. Ya que hasta las Cámaras de Comercio -en una convocatoria que va a reunir a las de Castilla-León, Navarra y Aragón-, van a celebrar este jueves día 9 en Soria un acto reivindicativo para que dos importantes infraestructuras como son la A-11 (Autovía del Duero) y la A-15 (Autovía que unirá Medinaceli-Soria-Tudela) no sufran recortes por parte de Fomento, entre otras gracias como los dos años de retraso que ya acumulan los proyectos de algunas fases de esas obras, y el prácticamente parón absoluto que padecen los tramos Sauquillo-Radona y Radona-Medinaceli, ya con trabajos realizados, pero que ya han logrado desbancar a la ídem del Pilar.



En una más de las peripecias y aventuras que tenemos que vivir, padecer y, para postre, pagar, en esta indolente tierra nuestra donde la Administración sólo “corre” cuando la señal del río de la plata suena.