Ahora que las formaciones políticas de Cataluña están debatiendo y negociando cómo va a ser y en qué se van a introducir novedades en su nuevo estatuto de autonomía, es positivo que nos encontremos con una Conferencia de Presidentes autonómicos en la que el de Navarra, Miguel Sanz, se ha desmarcado del PP y ha aceptado la propuesta del gobierno socialista central de Zapatero que le ha ofrecido una aportación a la financiación sanitaria foral que se estima puede alcanzar los 20 ó 30 millones de euros.
Resulta positivo que por fin se imponga el sentido común en el Estado reuniendo a todas las comunidades y facilitando un entendimiento que desde algunos foros parece querer imposibilitarse por miedo a una España dispar que ha dotado de autonomía a los gobiernos regionales, pero que a su vez le ha bloqueado el acceso a los recursos.
En lugar de plantear eternas reyertas, el gobierno central ha sido consciente de que debe apoyar el camino emprendido por las comunidades autónomas hace 25 años, cuando el país se vertebró en 17 mini estados que, con la Sanidad y otras necesidades públicas transferidas, ahora que se ha alcanzado un elevado desarrollo estatutario las mantenía maniatadas al carecer y estar alejadas de sistemas que faciliten la financiación adecuada para unos servicios más cercanos al ciudadano, dotados de mayor calidad y que necesitan más recursos.
¡¡Éste es el camino sin duda!!
