Opinión

¿El resto no nos lo merecemos?

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Es enorme la indignación que siento por la reciente inauguración del teatro Gaztambide. Llevamos muchos años esperando la apertura del teatro, y cuando por fin parece que se hace realidad, los riberos no pudimos asistir al evento.



El lujazo de tener en Tudela a la Orquesta Sinfónica de Navarra sólo fue para unos pocos, unos 600. Y encima gratis. Parece ser que el resto no nos lo merecemos, el resto, que somos los que hemos padecido tan chapucera gestión de la obra. Y mucho me temo que muchos de los que sí asistieron a la inauguración no van a volver a pisar el teatro y menos pagando.



El resto tendremos que pagar, claro, pero la oportunidad de escuchar a la orquesta ya la hemos perdido.



Por cierto, se rumorea que se va a tener que suspender el último trimestre del curso que se venía impartiendo en Lestonac de grandes compositores de la historia. Creo que si no se apunta alguna persona más, no se llegará al mínimo y no se podrá realizar por falta de presupuesto. Es una pena, de verdad, porque el curso es estupendo, el contenido es muy interesante y el profesor una joya. Pero claro, los presupuestos no deben estar para estas nimiedades. ¿Qué es un pequeño grupo de personas ávidas de aprender a degustar la música culta, frente a las 600 invitaciones que hemos tenido que sufragar?