Opinión

El que vota decide

En muchos de los ámbitos de la vida, la identidad de las partes que en ellos intervienen, no están en la misma línea de nivel.

Aquel que acude a un comercio, o que toma parte activa en la compra de una mercadería, parece que está en posesión de la razón, y por ello se dice,“el cliente siempre tiene razón”.

Cuando uno, y eso lo hacemos casi todos, tomamos un vehículo de motor y por desgracia tenemos un accidente, nos referimos a una máxima, que si bien no tiene toda la razón, la conocemos y la intentamos hacer extensiva,“el que pega paga”.

En la sociedad actual, esa que se recrea en que sus procesos decisorios pasen por las actuaciones democráticas, no se hace otra cosa que proceder mediante el voto, en condiciones previamente establecidas, a elegir una serie de representantes que puedan tomar decisiones por nosotros. Pero no podemos olvidar que ante esta tesitura, que para poder decidir, en representación, hay que votar, para poder considerarse representado, y hay que tener muy en cuenta que por su voto decide, y que “sólo el que vota, decide”.

Aquel que reza, obtiene una respuesta a sus oraciones, aquel que siembra recoge sus frutos, aquel que se baña, en ocasiones pierde la ropa; pues aquel que vota y sólo ese, es quien puede formar parte de la decisión final. Pero si se va en contra del derecho de voto, y se ejercita mediante la abstención, ese no decide, ese no puede exigir. Las elecciones, en democracia, exigen y demandan una participación total. Es necesaria la participación de todos y cada uno de los ciudadanos. José Javier Solabre Heras