Opinión

El milagro de los panes y los peces

Tras la gestión del Parlamento de Navarra frente al Ministerio de Justicia, (por medio del grupo IU), conseguimos en su día la información parcial de todo lo inmatriculado por la Diócesis al amparo del artículo 206, desde 1998, año de la modificación del artículo 5 del Reglamento que impedía expresamente registrar lugares de culto.


Así, en Registros de la Propiedad, además de lugares de culto, aparecen casas, prados, tierras de labor y cementerios...

El análisis definitivo de los más de mil folios de los Registros de la Propiedad de Navarra, nos da la razón a la Plataforma cuando en nuestros inicios calculamos en más de mil las inscripciones desde 1998. En total son 1.086 las Inscripciones que ha hecho la Diócesis de espacios hasta ahora públicos o de uso público, repartidas de esta manera:

• Templos parroquiales: 650.

• Ermitas: 191.

• Basílicas: 9.

• Viviendas y Casas: 42.

• Locales comerciales, almacenes, garajes, locales varios: 26.

• Atrios: 2.

• Cementerios: 8
.

• Fincas, solares y terrenos: 107.

• Pastos, prados y helechales: 38.

• Viñas, pinares, olivares, arbolados: 12.

• Frontones: 1.<


Total de las inmatriculaciones desde el año 1998: 1.086.

La simple lectura de estos datos echa por tierra el principal argumento empleado por la Diócesis, cuando dice que los lugares de culto le han pertenecido desde siempre. ¿Y cómo justifica entonces la inmatriculación de más de 200 inmuebles y solares que no son de culto? Casas, locales, pastos, tierras de labor o arbolados no son lugares de culto y han accedido al Registro de la Propiedad por el famoso artículo del “esto es mío porque lo digo yo”. ¿Y si se arrogan el derecho a inmatricular los cementerios o los atrios, ¿por qué sólo inscriben unos pocos? ¿Para tentar la reacción popular y si nadie protesta hacerlo luego de forma masiva?

Por último, hay que recordar que estas 1.086 inscripciones se han realizado desde 1998, año en que se deroga el artículo 5 de la Ley Hipotecaria que impedía la inmatriculación de los lugares de culto. Sin embargo, el inicio de la inscripción de las casas parroquiales, locales, huertas, pastos, etc. por parte de la Diócesis es muy anterior y son muchos los bienes que ya están vendidos a terceros. El ejemplo de Larraga puede servir para muchos pueblos, que a partir de 1998 le inscribieron la iglesia, pero antes habían sido inscritos cinco bienes más: dos edificios, un solar, un atrio y un cementerio.