Opinión

El Miedo y el Ego

El viernes Pedro Ruiz y Lidia San José abrieron el telón del Ciclo de Teatro de Otoño de la capital Ribera, y la actuación, casi monólogo, fue excepcional.



El polifacético actor, guionista y director de “Escándalo en Palacio” saludó al público al término de la interpretación, recordando los madrugones que se daba con su familia desde Barcelona para ver las vaquillas de fiestas de la capital mejanera, animando aún más con sus palabras a un público que disfrutó de las reflexiones de la noche, puestas en escena y hechas obra, y que no fueron otra cosa que vida

y experiencia acumuladas por un

personaje complejo, pero a la par inteligentemente ameno y profundo.



De cuantas críticas, sátiras y mundanales giros realizó en las dos horas que duró la representación, no se puede dejar pasar la definición que dio del Hombre, del que dijo se debate entre el Miedo y el Ego, extremos y postulados que a su experimentado ver, resumen tanto las grandezas que son capaces de emanar de nuestro ser, como toda esa basura ridícula que arrastramos permanentemente por altanería.



Fue, sin duda, una buena metáfora de la realidad que nos rodea y persigue: Estar a caballo entre el miedo a los profundos cambios globales que están llegando sin a nadie esperar, sometidos al imperio de la incapacidad para reaccionar que produce nuestra arrogancia, mientras fluye esa quieta calma que es el destino.