Opinión

El galimatías de los libros de texto

Los que nos temíamos ha pasado. Ni familias, ni centros escolares ni librerías se están aclarando con los trámites que hay que realizar a la hora de recoger y/o expedir los libros de texto acogidos, este año por primera vez en Navarra, a las subvenciones otorgadas por el Ejecutivo navarro, que articula la Ley Foral de Financiación del Libro de Texto.

Una ley que se aprobó el pasado mes de marzo, muy tarde, a mi juicio, para poder ser aplicada sin complicaciones ni prisas, cosa que no ha sucedido. Los colegios e institutos tuvieron de límite hasta el 30 de junio para contestar al Gobierno de Navarra cuál de las tres opciones habían elegido para adquirir los textos: comprarlos y expedirlos en el propio instituto o colegio, a través de una empresa colaboradora o mediante el bono-libro.

Las clases acabaron antes del 30 de junio, claro, y los centros se vieron obligados a emitir una incompleta nota en la que no quedaban atados los hilos de este entramado de los libros de texto subvencionados: en Navarra, los de tercero y cuarto de Primaria, y los de cuarto curso de la ESO. Ahora llega el momento de recoger los manuales y ... se arma la confusión. Unos le encajan el muerto a los otros, pero lo que está claro es que el Gobierno de Navarra tenía que haber reparado más en la previsión: una de dos, o promulgar antes la ley o aplicarla ya no éste sino en el siguiente curso. Los maestros no están menos desorientados, aunque esta no sé si esa es la palabra correcta. Quizás sería mejor decir más preocupados por la labor didáctica y el sobreesfuerzo que van a tener que realizar al reenseñar a estos alumnos a estudiar sin subrayar en los libros y a cuidar los manuales, teniendo en cuenta que serán reutilizables por el siguiente alumnado.

La medida del Gobierno no está mal, pero no soluciona demasiado a las familias que ya recibían subvenciones por este concepto, ya que unas y otras ayudas no son compatibles, y ahora las van a percibir todas, las más y las menos pudientes (¡desvestir a un santo para vestir a otro!). Además, el importe de los libros que supere los 133 euros por alumno de 3º y 4º de Primaria y los 232 de 4º de la ESO, deberán abonarlo las familias, al igual que el coste de los libros de fichas, sobre los que se escribe. Vamos, un quiero y no puedo.