Opinión

El empleo en manos de Beamonte

Hace ya más de 18 meses que Beamonte es Alcalde de Tarazona. 18 meses en los que no nos cansaremos de repetir que la ciudad está paralizada, paralizada del nivel de inversión que Tarazona había conseguido durante la pasada legislatura.

Es una pena, una verdadera pena, cómo las palabras quedan en palabrería en boca de nuestros gobernantes.



Hoy, recordaba con unos amigos, cómo Beamonte prometió muchas empresas y lamentablemente sus promesas, hemos comprobado, cómo no sirven de nada.

El desempleo en nuestra ciudad se ha duplicado. ¡Duplicado!

Cuando el PSOE dejó el gobierno de la ciudad había unos 600 desempleados, y hoy hay más de 1.100. ¡Qué se dice pronto!

Y ante estos datos, ¿por qué el Ayuntamiento no está haciendo nada?, ¿por qué no se realizan medidas tendentes a la creación de puestos de trabajo?

Tenemos un equipo de gobierno que encabezado por Luis María Beamonte no tiene proyecto de ciudad, ni ideas para solucionar la alarmante pérdida de puestos de trabajo que Tarazona está padeciendo.

En la pasada legislatura el PP achacaba al equipo de gobierno que no se construían nuevas empresas, pero no había desempleo. Todo el que quería trabajar, trabajaba. Se consiguió que la que todos conocemos cómo “los caramelos” no se fuese, y cerrasen su planta en Alcarrás, pero no la de Tarazona. Faurecia incrementó su producción, así como también Gamesa…

¿Y ahora que tenemos? Cada día nuevas pérdidas de puestos de trabajo, con muchas empresas de la ciudad, por todos conocidas, con verdaderos problemas… ¿Y dónde están todas esas empresas que Beamonte prometió en campaña electoral? Ya ha pasado año y medio para que alguna de ellas se pudiera materializar, pero nada, no hay absolutamente nada.

Desde luego, cómo ciudadano de Tarazona, me siento profundamente engañado, y a la vez, tengo una sensación de que las cosas importantes, cómo lo es el empleo en este momento, no están entre las prioridades de Beamonte. El polígono no está en el centro de la ciudad, y por lo tanto no lo limpian, ni adecentan, ni hacen nada… únicamente hablar y hablar, prometer y prometer, pero con eso nos quedamos.

Es una verdadera pena que el problema de más de 1.100 familias de Tarazona no sea el problema de Beamonte.