Opinión

El desliz de Carmen Ferrer

Los comerciantes de Tudela hicieron pública ayer, al cierre de esta edición, una nota de prensa, en la que mantienen su postura de “no reconocer como interlocutora válida” a la concejala de Comercio, Carmen Ferrer, y manifiestan que las relaciones entre la Asociación y el Ayuntamiento quedan “definitivamente aparcadas, mientras ella siga al frente de la concejalía”. Todo ha tenido como desencadenante unas desafortunadas declaraciones de la edil -acerca de los precios del comercio navarro- en un canal de televisión. Unas declaraciones nada diplomáticas que jamás deberían haber salido de la boca de un político, máxime cuando a los pocos días se iba a celebrar una feria de comercio organizada al alimón por ambas partes. Por otra parte, también choca la reacción, quizás algo desproporcionada, del comercio por este desliz -¿imperdonable?- de la primera teniente de alcalde de esta ciudad, a la que tal vez la inexperiencia en un plató de televisión le jugó una mala pasada. La guerra no se ha desencadenado por una sola ofensiva. Tal y como se han desarrollado los acontecimientos, el problema y el malestar de los comerciantes viene, al parecer, de lejos, y UPN deberá meditar y urgar en ese sentimiento de los comerciantes, que el año pasado también protestaron porque el Ayuntamiento se había olvidado del barrio de Lourdes. El alcalde, por su parte -ya lo ha anunciado- no tiene intención de desandar lo andado, y no va a despojar de la concejalía a Carmen Ferrer, quien a partir de ahora -estamos seguros- andará con pies de plomo en ésta y en sus otras carteras.