Opinión

El Conservatorio de Tudela no se merece tantos vaivenes

El próximo viernes 7 de febrero, el Conservatorio de Tudela abrirá sus puertas a profesores, alumnos y ciudadanos de Tudela en general para analizar la delicada situación en la que se encuentra actualmente. Pendiente de los vaivenes presupuestarios de un Ejecutivo Foral cada vez con más frentes de inestabilidad abiertos, el último episodio ha consistido en el restablecimiento de un convenio de financiación caduco (data de 2010) por un plazo de cuatro meses, y que tira por tierra, de momento, la estabilidad en la partida que el gobierno pueda aportar. Todo dependerá del contexto económico, de las curvas y virajes que vengan de aquí en adelante, según trasladó el consejero Iribas a Luis Casado y Enrique Martín.

Un parche, una tirita de leve alivio en la herida sangrante que sufre este centro de enseñanza sin el que la idiosincrasia de la ciudad no sería ni por asomo la misma. Casado promete y perjura que Iribas le ha transmitido su intención de mantener el Conservatorio, sin poder garantizar su continuidad presupuestaria. Todo esto en la segunda ciudad de Navarra, la de Gaztambide, la de Remacha, aunque en el cartel sólo ponga que es la de tus compras.