Después de 15 años, las Jornadas de la Verdura, gracias al esfuerzo de la Orden del Volatín y la colaboración municipal, están claramente consolidadas, ejerciendo un creciente atractivo popular y turístico, hasta el punto de haberse convertido de hecho en las segundas fiestas de Tudela. A través de este evento, la sociedad tudelana está reconociendo y enorgulleciéndose del valor de su verdura, tanto por su simbolismo cultural como por su potencial económico, que apenas hemos empezado a vislumbrar.
De forma paralela, el Gobierno Foral ha venido organizando en Pamplona el Congreso Internacional “Vive las Verduras”, con escasa presencia de las entidades tudelanas. El congreso de Pamplona, sufragado por los ingresos del patrocinio y el presupuesto foral, se dedican especialmente a la alta gastronomía, las innovaciones tecnológicas, los contactos de negocios y el marketing internacional. El ocio en Tudela y el negocio en Pamplona.
Es razonable que en Pamplona se celebren congresos sobre la gastronomía navarra en su conjunto, pero no sobre las verduras, como no lo sería que en Tudela se celebrasen congresos sobre los encierros. El Congreso de las Verduras debería realizarse en Tudela y la Ribera, organizado por el gobierno foral y municipal, ya que es el ámbito natural de la producción hortícola y la impulsora de su revaloración gastronómica y turística. Esto es lo que los socialistas propusimos en el último pleno municipal, sin que contase con el apoyo de UPN.
Además, ese congreso debería formar parte de una estrategia más ambiciosa que lo vinculase no sólo con las Jornadas sino con el desarrollo del Sector Agrícola, la Ciudad Agroalimentaria y la Universidad. Lo que lleva aparejado mejorar los equipamientos de Tudela. Gracias a la Orden del Volatín hemos descubierto el valor estratégico de la Verdura para la Ribera. Ahora toca que la Administración foral y municipal asuman su responsabilidad y lideren una nueva etapa en la que deberían implicarse con mucha más fuerza.
