La zona del puente sobre el Ebro en Tudela acoge una familia de castores europeos, especie que desapareció de nuestros ríos hace más de 300 años. El hecho de que se vuelvan a ver supone un marcador positivo en la escala medioambiental de una ciudad y un valle que, en otros muchos hitos ecológicos, deja bastante que desear. Por ello, la idea que ha surgido de eliminarlos por los daños que podrían ocasionar en el arbolado de ribera no debería preocupar si se sabe gestionar debidamente su presencia, al igual que la de las nutrias que se vuelven a ver en algunos espacios.
Por contra, más se debiera controlar, y vigilar, la presencia de productos químicos y fitosanitarios en nuestras aguas...
