Opinión

El binomio turístico Senda Viva-Polígono de Tiro

Patética e inaceptable resulta la nota de prensa que el gabinete de relaciones publicas del parque temático Senda Viva envió la semana pasada a los medios de comunicación, informando no sólo del importante número de visitas en su primer mes de funcionamiento esta nueva temporada (cosa de la que nos alegramos sinceramente), sino también de los atractivos y excelencias de esta infraestructura de ocio respaldada por dinero público, léase Gobierno de Navarra. Hasta aquí nada extraño si no reparamos en el párrafo que, encuadrado bajo el epígrafe Reserva de la Biosfera, habla del parque, “en cuyo centro los aviones de guerra del Ejército del Aire español -dice la nota de prensa- realizan prácticas de tiro en un campo de bombardeo. Sus evoluciones aéreas sobrepasando la velocidad del sonido y disparando contra objetivos en tierra, causan honda impresión a los paseantes”.

El poético y descriptivo párrafo de marras está encuadrado por otros dos más livianos: el introductorio, que nos describe el paisaje lunar, seco y espectacular de Bardenas, y el que cierra el epígrafe, que habla de los puntos de interés históricos, artísticos, etc. que rodean a Senda Viva. Esta promoción ¿gratuita? del polígono de tiro huele a “chamusquina”, o ¿es que realmente el campo de tiro resulta un atractivo singular para los ojos de los visitantes, ávidos de emociones fuertes? Si es así, estamos seguros de que Senda Viva se habrá cubierto bien las espaldas y habrá colgado el típico cartel, en algún rincón del parque, que reza: “si usted tiene hipertensión o problemas cardíacos, tápese los oídos y no escuche los bombardeos de los aviones”.