Opinión

El asalto a las piscinas

He llegado a la conclusión de que Tudela es diferente, es única y lo que pasa aquí no pasa en ninguna parte del planeta, es más pienso que la selección natural como en las Galápagos, ha hecho que a los que vivimos bajo el Corazón de Jesús no nos afecten las cosas y nos aclimatemos a todos los problemas, a todas las adversidades que ocurren en nuestra ciudad con una sonrisa resignada. Es la única explicación que encuentro, porque si no fuera así estaríamos todos dándonos “de cogotones” en las esquinas por lo que acontece en nuestra bella ciudad y eso no ocurre.

Y es que ¿me puede alguien decir en que lugar unas piscinas municipales han sido ocupadas, tomadas o conquistadas en dos ocasiones?. ¡Vamos! que estas instalaciones parecen más El Álamo o el fuerte de Comansi con el que jugábamos en nuestra niñez que unas piscinas. El problema es que esto no dejaría de ser una anécdota, una noticia divertida, un chascarrillo de bar, si no fuera porque hay unos usuarios, unos socios que han pagado un dinero por utilizar las citadas instalaciones y que no solo desde el principio no han recibido el 100% de lo prometido y anunciado sino que ahora no pueden gozar de sus baños y ven atónitos como las piscinas se cierran, se abren con deficiencias o se ocupan.

Además varias cosas me llaman la atención en este tema: La primera, lo que he dicho muchas veces: obra de cierta magnitud que se hace en Tudela, obra que trae problemas. Las piscinas como el Gaztambide, el parque de la Champiñonera o la peatonalización es otro ejemplo más.

Una obra, la de las piscinas, que no cumplió el tiempo de ejecución en más de dos años, que costó mucho mas dinero que lo previsto, que se tiene que tomar al asalto por problemas con la empresa adjudicataria de las obras, que se queda obsoleta con respecto a otras piscinas e instalaciones de pueblos cercanos desde el principio y que ha generado pleitos con la empresa constructora antes y con la empresa que la gestiona ahora.

Segundo: No entiendo como es posible que tras un periodo de obra que ha durado tanto y tras una inauguración, haya chorros que no cumplen la normativa y no se pueden utilizar, haya problemas con la temperatura del agua, haya tornillos que se oxidan (según dicen), problemas con la cubierta e incluso, lo último, fisuras en los vasos y aun entiendo menos que el Ayuntamiento reciba esta obra con estos defectos y carencias.