Opinión

El aceite, sólo es el inicio

Aprovechando que desde el año que viene

el aceite ya no se podrá servir a granel en nuestros restaurantes, para proteger el trabajo de los productores -muchos y buenos- que tenemos en esta tierra, sugiero que trasladen la medida a otros muchos productos que, las más

de las veces, se desprestigian por nuestra dejadez, o porque son fruto de una mercantilista manipulación.



La procedencia de vino, fruta, legumbres, pescados, hortalizas,

frutos secos, setas, hongos y otras muchas viandas pasa desapercibida para el consumidor, debido a un etiquetado demasiado liviano o, lo que es aún peor, porque están sometidos al más sonrojante de los subterfugios comerciales y alimenticios.



Nuestros agricultores, pescadores, ganaderos, apicultores y un sinfín de profesionales del sector primario padecen la competencia desleal que supone que lleguen al mercado, a la mano y a la mesa del consumidor, alimentos con unas, digamos, "insuficientes" garantías de calidad, trazabilidad, respeto medioambiental y de gestión ante las que no pueden competir.



¿A qué controles fitosanitarios

se someten, por ejemplo, las verduras y otras hortalizas que llegan de Marruecos y el norte de África, cuando en Europa el catálogo de productos químicos permitidos se ha reducido a menos de la tercera parte?



¿Con qué garantías laborales se trabaja en esos campos? ¿Qué respeto medioambiental y de gestión se prodiga en esas tierras?



Al igual que ocurre con la ropa barata fabricada en el tercer mundo que comercializan aquí firmas sobrevaloradas y demasiado encumbradas artificialmente, el consumidor debería poder conocer a la perfección de dónde vienen y en qué condiciones se manufacturan y llegan todos esos productos.



Por todo ello, la limitación del embotellado y servicio del aceite -alimento al que se deberían aumentar otros muchos controles de calidad porque sufre infinidad de manipulaciones-, debería ser sólo el inicio de un nuevo criterio para su distribución y consumo. Y otra cosa será el exceso, poco sostenible, de envases, pero por ahí deben ir las salvaguardas de un futuro, que deseamos, sostenible.