Sartre planteó en su momento una gran paradoja que ahora padecemos en grado sumo. Afirmó que ejercer la Libertad era determinarse. ¡Y qué razón tenía! Cada vez que elegimos nos determinamos, nos limitamos... Cada decisión que tomamos nos condiciona y encierra un poco, a la par que el hecho mismo de elegir, de marcar nuestro camino, nos hace libres. Así son las cosas.
Esta semana Plaza Nueva ha llegado a su ejemplar número 800, que implica 800 semanas consecutivas de publicación ininterrumpida, una semana, esta primera semana de febrero, en la que Plaza Nueva también cumple 16 años de vida, que no es poco.
Ha sido un período complejo del que ya he ido dando cuenta aquí, año tras año, pero siempre me gusta recordar la efeméride porque el hecho de estar aquí, como bien dijo Sartre, ha condicionado nuestra realidad, la de todos nuestros lectores y anunciantes, la de nuestro equipo de trabajadores y colaboradores y, por supuesto, la mía propia. Y, llegados a este punto, es una gran satisfacción poder estar aquí, una semana más, un ejemplar más, ejerciendo esa Libertad tan limitada por definición.
Duele más perder la ilusión que sufrir por una ilusión, y aquí sufrimos cada semana, sudamos cada página, porque ejercer la Libertad que implican estas líneas, este cúmulo de hojas hilvanadas, es complejo, pero nos facilita las riendas que necesita esta Sociedad... ¡Opinión y Criterio! Esas grandes olvidadas que cada semana propician que lleguen a nuestra Publicación docenas de Cartas al Director cuya publicación condiciona nuestra imagen pero determina nuestra Libertad... ¡Qué difícil es, pero aquí y así seguiremos! ¡Y Gracias!
