Opinión

Educación para la convivencia

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Como todos sabemos, desde que el Gobierno del PSOE anunciase la creación de la asignatura Educación para la Democracia y los derechos humanos asistimos a un debate en el mundo educativo. Se plantean muchas cuestiones en torno a la asignatura. Sin embargo, la principal cuestión es la que pretendo analizar: ¿Por qué se ha suscitado esta polémica?

Cuando comenzaron las primeras diferencias en torno a la asignatura, rememoraron mis años en la Facultad, en concreto la asignatura de Sociología, entre su temario, aparecía el concepto de Socialización.

Socialización como un proceso social que consiste en integrar a los individuos dentro de una sociedad teniendo en cuenta una serie de elementos o agentes que influirán en mayor o menor grado en la persona... Los agentes que influyen en ese proceso son primordialmente la familia, la escuela y los medios de comunicación.

La escuela socializa desde diferentes puntos de vista. Por un lado, el educador además de mero transmisor de conocimientos, estimula una serie de valores en el alumno que influyen en su vida social, como esfuerzo, disciplina, frustración, motivación… Por otro, a la escuela se le delegó la mentalización social de ciertos temas tabú por antonomasia ante el peligro de que los jóvenes buscaran la información a través de métodos poco ortodoxos. Este

temor inició la inclusión paulatina de estos asuntos en el temario de las asignaturas.