Opinión

Dos estaciones: la del TAV y la de la logística

Los expertos de alto nivel teórico y técnico del Gobierno de Navarra en materia de planificación urbanística así como Comisión de la Ordenación del Territorio tendrán que decidir en los próximos meses, y de manera urgente. En colaboración estrecha con los técnicos de Fomento y la Corporación Municipal de Tudela, y con la participación de los entes ciudadanos buscarán el trazado óptimo del TAV a su paso por Tudela y la Ribera. La localización de la estación de Pamplona ya fue resuelta hace años así como el trazado, ahora le toca, con retraso, a Tudela y la Ribera.

La estación urbana del TAV

El acuerdo del Gobierno de Navarra con el Ministerio de Fomento de buscar y seleccionar el trazado definitivo es más complejo que la simple definición del recorrido de las vías. Es evidente que para hacerlo bien el trazado será el resultado de la localización urbanística de la estación y la nueva ciudad que surgirá alrededor y no lo contrario. El TAV produce territorio, la estación produce espacio urbano. El Polígono Logístico condicionará la estación de mercancías.

No basta con seleccionar el trazado sino que hay que planificar el territorio con la situación detallada de la nueva estación y el nuevo barrio o ciudad que en los próximos 100 años se desarrollará alrededor. La justificación de la demanda inmediata de unos 220.000 clientes potenciales de la alta velocidad y la necesidad de su fácil accesibilidad hacen pensar en una estación situada al Sur o suroeste de Tudela. El pretender transformar la estación Intermodal actual de Tudela en Estación TAV es algo casi imposible.

Los vecinos de unos 90 núcleos y municipios de la Ribera (sobre todo los más grandes, Tarazona, Cintruénigo, Corella, Alfaro, Calahorra, San Adrián, Peralta) van a generar tanta demanda de pasajeros como Tudela. Ahora bien, la situación de la Estación Intermodal actual es de bajísima accesibilidad pare los habitantes de los 50 kilómetros alrededor.

Se da la paradoja en Tudela que la centralidad de la Plaza de los Fueros y la Estación son los dos puntos más difícilmente accesibles para el resto de toda la Ribera del Ebro. La actual estación intermodal deberá continuar con los servicios de autobuses más las cercanías de RENFE.



Los trenes de mercancías deberán ir, como se ha hecho en Zaragoza, por el Sur (Polígono Logístico) en nueva línea férrea paralela al TAV o hacer las vías del TAV Río Jalón-Tudela-Pamplona aptas también para mercancías como se está haciendo entre Barcelona y Francia (AVE + Mercancías).

Las características de la nueva estación del TAV son claras:

1. Máxima y óptima accesibilidad para 220.000 habitantes subregionales sin agravar el tráfico de automóviles interno del casco urbano de Tudela.

2. Disponibilidad de una gigantesca cantidad de suelo público (municipal o foral) planificado, urbanizado y con las infraestructuras construidas (no sólo la estación en medio de la nada).

La estación logística de mercancías

La estación situada en un suelo público municipal de máxima accesibilidad deberá desarrollar un proyecto de ciudad nueva, la ciudad del TAV Ribera con un mínimo de 1.000 hectáreas en la que los espacios más pegados a la estación acumulen la máxima edificabilidad residencial, de oficinas, de servicios, hoteles, etc.

La delimitación del polígono de la nueva ciudad marcará la estación y la estación marcará el trazado. Esa es la metodología adecuada.

El desarrollo de la nueva ciudad costará 100 años pero la planificación urbanística debe ser de la máxima audacia con carga monumental y simbólica. No hay que tenerle miedo a las altísimas densidades y aprovechamientos en las zonas de suelo público más cercanas a la estación, para poder desplazarse a ella peatonalmente. No hay que tener miedo a las altas densidades en una ciudad con anchas aceras, bajos comerciales y de servicios, continuidad, compacidad, arquitectura y urbanismo audaces y en consecuencia sostenible, sobre todo, en materia de energías renovables. Un proyecto así, concebido y dirigido por Moneo y Manterola sería lo más deseable. Los demás podríamos ir de acompañantes y compañeros de viaje honrados de colaborar.

No hay modelo en el mundo sobre una experiencia como ésta. Los barrios de la Milla Digital y de la Alta Velocidad de Zaragoza van lentos y los concursos de solares edificables han quedado desiertos por el alto precio del suelo y repercusiones demasiado altas en el precio de las viviendas y oficinas.

Si queremos que “el barrio de la estación del TAV” o la nueva ciudad Tudela-Ribera del Ebro sea un éxito deberá garantizar, al menos los diez primeros años, suelo público, a coste cero, urbanizado y equipado con la más alta calidad, para atraer una serie de funciones y actividades basadas en la inmediatez urbana con la estación.